Potaje de vigilia

Por lo que tengo entendido, hay versiones de esta sopa en toda España. Creo, pero no estoy seguro, que lo que tienen en común son los garbanzos y el pan para espesar la sopa. Puede que también lleven espinacas y patatas. Si parezco un poco vago, es porque realmente no sé nada sobre la sopa, excepto que encontré dos versiones diferentes de dos regiones diferentes de España en dos libros de cocina diferentes, y decidí tomar lo que más me gustaba de ambas recetas para crear la mía. Lo que significa que la mía probablemente no sea muy auténtica, pero oh, señor, estaba deliciosa. Así que, ¿dónde la encontré y qué versiones? Primero encontré una versión andaluza de Clifford Wright en su libro Las mejores sopas del mundo. Me intrigó, y cuando me di cuenta de que era una sopa tradicional de Cuaresma pensé que podría encontrar algunas versiones de ella en algunos de mis otros libros de cocina española. Olvidé si la revisé toda, pero efectivamente la encontré en el excelente libro de Claudia Roden, The Food of Spain. Su versión es castellana, y se refiere a ella como una sopa de espinacas y garbanzos, con una versión sin carne durante la Cuaresma. -La vida con especias

Potaje de garbanzos en monsieur cuisine

Esta receta es de Huelva, en Andalucía. Es una sopa sustanciosa con mucho sabor, y sin carne, de ahí el nombre de sopa de “ayuno”, una sopa fundada en las exigencias del calendario litúrgico. Sin embargo, es sustanciosa y está muy bien condimentada con pimentón, azafrán y pimienta negra. La llamo “sustanciosa” por el maridaje de los garbanzos, las patatas y las espinacas, que no sólo aportan cuerpo sino que también son coloridas.

1. En una olla o cazuela ignífuga, calentar 4 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio y cocinar el pan hasta que esté dorado y crujiente, de 4 a 5 minutos. 2. Retirar el pan, partirlo en trozos más pequeños y rociarlo con el vinagre.

3. Añadir los garbanzos, las espinacas, las patatas, el vino, la sal, la pimienta y el agua. Poner el fuego a tope y, cuando las espinacas se marchiten y el caldo empiece a hervir, reducir el fuego a bajo y cocinar hasta que las patatas estén casi tiernas, unos 45 minutos.

Hay tantos sabores y combinaciones interesantes aquí [en Verduras del Mediterráneo].    Habiendo tenido el honor de comer algunos de estos platos cocinados por la propia mano de Cliff, sé lo buenos que son realmente.    Estoy deseando cocinarlos yo misma. – Deborah Madison, autora de Vegetarian Cooking for Everyone y The Greens Cookbook

Potaje de espinacas – guisos fáciles

Se acerca la Semana Santa y en nuestra tierra hay platos tradicionales que queremos enseñaros a hacer.    Con esta receta de “Potaje de Vigilia” os vamos a enseñar hoy otra de nuestras especias que no es otra que el “pimentón”.

Antes de empezar a cocinar hay que dejar el bacalao en remojo y los garbanzos el día anterior. Doce (12) horas para los garbanzos es suficiente y si se desea añadir una cucharada de bicarbonato o un puñado de sal a los garbanzos, se puede hacer.

Como se ha dicho el bacalao debe ponerse en remojo durante 48 horas, cambiando el agua un par de veces para eliminar la sal, o también existe la opción de comprar el bacalao ya desalado en la pescadería o en la lonja.

En una olla tradicional con agua, pon a cocer los garbanzos, una hora y media es suficiente si tienes tiempo o si no, cuece los garbanzos en una olla a presión durante unos 15-20 minutos. Añadir 2 dientes de ajo y la hoja de laurel.

En una sartén añadimos aceite al gusto y añadimos los ajos para que se frían, cuando estén dorados retiramos el diente y a continuación añadimos la cebolla, añadiendo una pizca de sal, cuando la cebolla esté blanda, apagamos el fogón o la llama y reservamos para que se enfríe. Por último añadimos el pimentón y removemos hasta que esté bien mezclado y reservamos.

Cómo hacer potaje de garbanzos de la carmen

Durante la Cuaresma, los 40 días que transcurren entre el Carnaval y la Semana Santa, la tradición religiosa dicta la ‘prohibición’ de comer carne, una norma que también se extiende a todos los viernes del año. Y como el ‘ayuno’ agudiza el ingenio, la costumbre popular nos ha dejado recetas en las que el pescado es el protagonista. Es el caso del potaje de garbanzos con codalao y espinacas también conocido como potaje de vigilia o potaje de Cuaresma, que más que una penitencia es una bendición.

Este potaje es un plato de cuchara de ingredientes básicos, sencillo de preparar, que queda aún mejor de un día para otro, admite la congelación y además es muy reconfortante en estas fechas en las que aún se siente el invierno.La importancia de la receta radica en el sofrito que es lo que distingue una triste mezcla de cosas del verdadero sabor de la tradición.

– 500 g de garbanzos secos (también se pueden cocer)- 250 g de bacalao desalado (si se prefiere salado habrá que desalarlo antes)- 250 g de espinacas frescas (también se pueden utilizar congeladas)- 2 huevos cocidos- 1 cebolla- 3 dientes de ajo- 1 rebanada de pan tostado- 1 cucharadita de pimentón dulce- 1 hoja de laurel- Aceite de oliva- Sal

Por Sofía Salome

Hola mundo, soy Sofía Salomé copywriter de Damboats.es