qué es un activo

Tanto los activos como los pasivos suelen desempeñar un papel fundamental a la hora de garantizar la rentabilidad de una empresa o su viabilidad a largo plazo. La clave para asegurar lo mismo depende de lo bien que una empresa pueda gestionarlos eficazmente. Además, para lograr resultados satisfactorios, las personas que tienen que tratar con los activos, así como con los pasivos regularmente, deben aprender sobre estos aspectos en detalle.

En un sentido más amplio, todas las cuentas por cobrar se clasifican como activos, mientras que las cuentas por pagar se clasifican como pasivos. Otra forma de verlos es segregándolos en función de las pérdidas y ganancias. Por ejemplo, las inversiones a través de las cuales se generan beneficios o ingresos suelen incluirse en la categoría de activos, mientras que las pérdidas sufridas o los gastos pagados o por pagar se consideran un pasivo. A simple vista, los mejores ejemplos de activos y pasivos serían el efectivo y la deuda bancaria, respectivamente. Ahora, veamos en detalle ambos.

El término “activo” designa todo tipo de recursos que ayudan a generar ingresos, así como las cuentas por cobrar. Los activos son recursos que a menudo ayudan a reducir los gastos, a mejorar la rentabilidad y a generar un sólido flujo de caja, ya que ayudan a convertir las materias primas o pueden convertirse en efectivo o equivalentes de efectivo. Además, al tener valor económico, pueden venderse o intercambiarse rápidamente. En particular, estos recursos se consignan en el lado izquierdo del balance que lleva cualquier entidad que se dedique a la práctica comercial.

activo intangible

En su forma más simple, su balance puede dividirse en dos categorías: activos y pasivos. Los activos son los elementos que posee su empresa y que pueden proporcionarle un beneficio económico en el futuro. El pasivo es lo que debe a otras partes. En resumen, los activos ponen dinero en su bolsillo, y los pasivos lo sacan.

Los activos añaden valor a su empresa y aumentan el patrimonio de la misma, mientras que los pasivos disminuyen el valor y el patrimonio de su empresa. Cuanto más superen los activos a los pasivos, más sólida será la salud financiera de su empresa. Pero si se encuentra con más pasivos que activos, puede estar a punto de quebrar.

Los activos se suelen agrupar en función de su liquidez o de la rapidez con la que se pueden convertir en efectivo. El activo más líquido del balance es el efectivo, ya que puede utilizarse inmediatamente para pagar un pasivo. Lo contrario es un activo ilíquido, como una fábrica, porque el proceso de venta (convertir la propiedad en efectivo) será probablemente largo.

Los activos más líquidos se denominan activos corrientes. Estos activos pueden convertirse en efectivo en menos de un año e incluyen el efectivo, los valores negociables, las existencias y las cuentas por cobrar. Estos activos generan ingresos para su empresa.

activos de la pequeña empresa

Un activo es un recurso con valor económico que un individuo, una empresa o un país posee o controla con la expectativa de que le proporcione un beneficio futuro. Los activos figuran en el balance de una empresa y se compran o crean para aumentar el valor de la empresa o beneficiar sus operaciones. Un activo puede considerarse como algo que, en el futuro, puede generar flujo de caja, reducir los gastos o mejorar las ventas, independientemente de que sea un equipo de fabricación o una patente.

Para que un activo esté presente, la empresa debe poseer un derecho sobre él en la fecha de los estados financieros. Un recurso económico es algo que es escaso y tiene la capacidad de producir un beneficio económico generando entradas de efectivo o disminuyendo las salidas de efectivo.

Los activos corrientes son recursos económicos a corto plazo que se espera convertir en efectivo en el plazo de un año. Los activos corrientes incluyen el efectivo y los equivalentes de efectivo, las cuentas por cobrar, las existencias y diversos gastos pagados por adelantado.

Aunque el efectivo es fácil de valorar, los contables reevalúan periódicamente la recuperabilidad de las existencias y las cuentas por cobrar. Si hay pruebas de que las cuentas por cobrar pueden ser incobrables, se deterioran. O si las existencias se quedan obsoletas, las empresas pueden dar por perdidos estos activos.

activo fijo

Tanto el activo como el pasivo suelen desempeñar un papel fundamental a la hora de garantizar la rentabilidad de una empresa o su viabilidad a largo plazo. La clave para asegurar lo mismo depende de lo bien que una empresa pueda gestionarlos eficazmente. Además, para lograr resultados satisfactorios, las personas que tienen que tratar con los activos, así como con los pasivos de forma regular, deben aprender sobre estos aspectos en detalle.

En un sentido más amplio, todas las cuentas por cobrar se clasifican como activos, mientras que las cuentas por pagar se clasifican como pasivos. Otra forma de verlos es segregándolos en función de las pérdidas y ganancias. Por ejemplo, las inversiones a través de las cuales se generan beneficios o ingresos suelen incluirse en la categoría de activos, mientras que las pérdidas sufridas o los gastos pagados o por pagar se consideran un pasivo. A simple vista, los mejores ejemplos de activos y pasivos serían el efectivo y la deuda bancaria, respectivamente. Ahora, veamos en detalle ambos.

El término “activo” designa todo tipo de recursos que ayudan a generar ingresos, así como las cuentas por cobrar. Los activos son recursos que a menudo ayudan a reducir los gastos, a mejorar la rentabilidad y a generar un sólido flujo de caja, ya que ayudan a convertir las materias primas o pueden convertirse en efectivo o equivalentes de efectivo. Además, al tener valor económico, pueden venderse o intercambiarse rápidamente. En particular, estos recursos se consignan en el lado izquierdo del balance que lleva cualquier entidad que se dedique a la práctica comercial.

Por Sofía Salome

Hola mundo, soy Sofía Salomé copywriter de Damboats.es