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Como regenerar el higado
Duración de la regeneración del hígado
La regeneración del hígado es el proceso por el cual el hígado es capaz de reemplazar el tejido hepático perdido a partir del crecimiento del tejido restante. El hígado es el único órgano visceral que posee la capacidad de regenerarse[1][2] El hígado puede regenerarse tras una extirpación quirúrgica o una lesión química[3] Se sabe que hasta un 51% de la masa hepática original puede regenerarse hasta alcanzar su tamaño completo[2][4] El proceso de regeneración en los mamíferos es principalmente un crecimiento compensatorio, ya que sólo se sustituye la masa del hígado, no la forma[5] Sin embargo, en especies inferiores como los peces, se puede sustituir tanto el tamaño como la forma del hígado[6].
Hay dos casos en los que el hígado tiene la capacidad de regenerarse, uno es una hepatectomía parcial y el otro es el daño al hígado por toxinas o infecciones. Los procesos que se describen a continuación se refieren a las vías desencadenadas tras una hepatectomía parcial[7].
Después de la hepatectomía parcial, el proceso de regeneración tiene tres fases. La primera fase es la fase de cebado y durante esta parte, cientos de genes se activan y preparan el hígado para la regeneración. Esta fase de cebado se produce entre 0 y 5 horas después de la hepatectomía y se ocupa principalmente de los acontecimientos previos a la entrada en el ciclo celular y de garantizar que los hepatocitos puedan mantener sus funciones homeostáticas[7] La segunda fase se ocupa de la activación de varios factores de crecimiento, como el EGFR (receptor del factor de crecimiento epidérmico) y el c-Met. Estos dos factores son los principales componentes de la regeneración del hígado. La fase final se ocupa de la terminación de la proliferación mediante el TGF-β (factor de crecimiento transformante beta)[8].
Ciencia de la regeneración del hígado
La regeneración del hígado es el proceso por el cual el hígado es capaz de reemplazar el tejido hepático perdido a partir del crecimiento del tejido restante. El hígado es el único órgano visceral que posee la capacidad de regenerarse[1][2] El hígado puede regenerarse tras una extirpación quirúrgica o una lesión química[3] Se sabe que hasta un 51% de la masa hepática original puede regenerarse hasta alcanzar su tamaño completo[2][4] El proceso de regeneración en los mamíferos es principalmente un crecimiento compensatorio, ya que sólo se sustituye la masa del hígado, no la forma[5] Sin embargo, en especies inferiores, como los peces, se puede sustituir tanto el tamaño como la forma del hígado[6].
Hay dos casos en los que el hígado tiene la capacidad de regenerarse, uno es una hepatectomía parcial y el otro es el daño al hígado por toxinas o infecciones. Los procesos que se describen a continuación se refieren a las vías desencadenadas tras una hepatectomía parcial[7].
Después de la hepatectomía parcial, el proceso de regeneración tiene tres fases. La primera fase es la fase de cebado y durante esta parte, cientos de genes se activan y preparan el hígado para la regeneración. Esta fase de cebado se produce entre 0 y 5 horas después de la hepatectomía y se ocupa principalmente de los acontecimientos previos a la entrada en el ciclo celular y de garantizar que los hepatocitos puedan mantener sus funciones homeostáticas[7] La segunda fase se ocupa de la activación de varios factores de crecimiento, como el EGFR (receptor del factor de crecimiento epidérmico) y el c-Met. Estos dos factores son los principales componentes de la regeneración del hígado. La fase final se ocupa de la terminación de la proliferación mediante el TGF-β (factor de crecimiento transformante beta)[8].
Señales de que su hígado se está curando
La regeneración del hígado es el proceso por el cual el hígado es capaz de reemplazar el tejido hepático perdido a partir del crecimiento del tejido restante. El hígado es el único órgano visceral que posee la capacidad de regenerarse.[1][2] El hígado puede regenerarse tras una extirpación quirúrgica o una lesión química.[3] Se sabe que hasta un 51% de la masa hepática original puede regenerarse hasta alcanzar su tamaño completo.[2][4] El proceso de regeneración en los mamíferos es principalmente un crecimiento compensatorio, ya que sólo se sustituye la masa del hígado, no la forma.[5] Sin embargo, en especies inferiores, como los peces, se puede sustituir tanto el tamaño como la forma del hígado.[6]
Hay dos eventos en los que el hígado tiene la capacidad de regenerarse, uno es una hepatectomía parcial y el otro es el daño al hígado por toxinas o infecciones. Los procesos que se describen a continuación se refieren a las vías desencadenadas tras una hepatectomía parcial[7].
Después de la hepatectomía parcial, el proceso de regeneración tiene tres fases. La primera fase es la fase de cebado y durante esta parte, cientos de genes se activan y preparan el hígado para la regeneración. Esta fase de cebado se produce entre 0 y 5 horas después de la hepatectomía y se ocupa principalmente de los acontecimientos previos a la entrada en el ciclo celular y de garantizar que los hepatocitos puedan mantener sus funciones homeostáticas[7] La segunda fase se ocupa de la activación de varios factores de crecimiento, como el EGFR (receptor del factor de crecimiento epidérmico) y el c-Met. Estos dos factores son los principales componentes de la regeneración del hígado. La fase final se ocupa de la terminación de la proliferación mediante el TGF-β (factor de crecimiento transformante beta)[8].
¿puede regenerarse un hígado cirrótico?
La regeneración del hígado es el proceso por el cual el hígado es capaz de reemplazar el tejido hepático perdido a partir del crecimiento del tejido restante. El hígado es el único órgano visceral que posee la capacidad de regenerarse[1][2] El hígado puede regenerarse tras una extirpación quirúrgica o una lesión química[3] Se sabe que hasta un 51% de la masa hepática original puede regenerarse hasta alcanzar su tamaño completo[2][4] El proceso de regeneración en los mamíferos es principalmente un crecimiento compensatorio, ya que sólo se sustituye la masa del hígado, no la forma[5] Sin embargo, en especies inferiores como los peces, se puede sustituir tanto el tamaño como la forma del hígado[6].
Hay dos eventos en los que el hígado tiene la capacidad de regenerarse, uno es una hepatectomía parcial y el otro es el daño al hígado por toxinas o infecciones. Los procesos que se describen a continuación se refieren a las vías desencadenadas tras una hepatectomía parcial[7].
Después de la hepatectomía parcial, el proceso de regeneración tiene tres fases. La primera fase es la fase de cebado y durante esta parte, cientos de genes se activan y preparan el hígado para la regeneración. Esta fase de cebado se produce entre 0 y 5 horas después de la hepatectomía y se ocupa principalmente de los acontecimientos previos a la entrada en el ciclo celular y de garantizar que los hepatocitos puedan mantener sus funciones homeostáticas[7] La segunda fase se ocupa de la activación de varios factores de crecimiento, como el EGFR (receptor del factor de crecimiento epidérmico) y el c-Met. Estos dos factores son los principales componentes de la regeneración del hígado. La fase final se ocupa de la terminación de la proliferación mediante el TGF-β (factor de crecimiento transformante beta)[8].
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