cómo saber si el pollo congelado está malo

Has comprado un paquete de pechugas de pollo con toda la intención de hacer piccata de pollo, pero la vida te ha despistado. Han pasado los días, y ahora estás mirando en la nevera preguntándote si ese pollo todavía está bien para comer.

Las bacterias hacen que se estropee, como seguro que sabes. Estamos programados para preocuparnos por la salmonela, ya que la salmonela puede estar presente en el pollo que parece estar totalmente bien. Pero si cocinas el pollo a 165°F, es seguro comerlo.

La fecha de caducidad que figura en un paquete de alimentos no es un plazo mágico en el que los alimentos se echan a perder en el momento en que cruzan la línea. Es simplemente una herramienta. También entra en juego cómo se ha almacenado el pollo en la tienda y cómo se ha almacenado en casa. El pollo que ha superado la fecha de caducidad puede estar perfectamente bien, y el pollo que aún no la ha superado puede ser sospechoso.

Sin embargo, es un buen punto de partida. También deberías preguntarte: ¿cuánto tiempo ha estado el pollo en tu nevera? Si no lo recuerda, o si ya ha pasado la fecha de caducidad, lo mejor es tirarlo.

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pollo crudo en mal estado

Cuando sacas el pollo de la nevera para cocinarlo, es posible que lo olfatees rápidamente para ver si huele bien. Si huele bien, sigue adelante. Si no es así, empiezas a preguntarte: ¿sigue siendo bueno este pollo?

Este pequeño ritual, repetido millones de veces en las cocinas de todo el mundo, es algo que hacemos por costumbre, casi un reflejo. Pero, ¿puede el olor del pollo indicarnos si está malo? ¿Y qué significa “malo”?

Para empezar, cuando el pollo (o cualquier otro alimento) se estropea, es por culpa de las bacterias. Las bacterias son organismos muy pequeños y muy simples que viven en nuestros alimentos, de los que se alimentan, y donde también se reproducen. Como resultado de que habiten y se coman nuestra comida, producen cambios en esa comida que hacen que se ponga “mala”.

Hay dos tipos de maldad: la que huele mal y la que puede enfermar. Lo que es importante señalar es que estos dos tipos de maldad son causados por tipos de bacterias completamente diferentes.

La intoxicación alimentaria está causada por ciertas bacterias que, ya sea por las toxinas que producen o porque atacan a las células de nuestro tracto digestivo, provocan los diversos síntomas que identificamos como enfermedad: náuseas, diarrea, etc.

qué pasa si comes pollo en mal estado

Barato y versátil, el pollo es un alimento básico en los hogares de todo el mundo (incluido el nuestro). Ya sea frito, bañado en salsa de nata, relleno de tomate y queso o asado con sólo una pizca de sal y pimienta, esta ave tiene el don de reinventarse a lo largo de la semana. Sinceramente, rara vez hacemos una mala crítica al pollo porque confiamos en esta ave de confianza para satisfacer nuestro apetito con regularidad. La excepción a la regla es obvia: Las aves de corral que se han vuelto pútridas. Afortunadamente, no hace falta un título en ciencias de la alimentación para saber si el pollo está malo. Confiando en tus sentidos (es decir, la vista, el olfato y el tacto) y comprobando cuánto tiempo ha estado ese paquete de muslos de pollo en el frigorífico, puedes asegurarte de que las aves de corral son seguras para comer. Éstas son las cuatro señales a las que hay que prestar atención.

El Departamento de Agricultura de EE.UU. recomienda cocinar el pollo crudo en el plazo de uno o dos días tras su compra o después de la fecha de caducidad. Esto significa que si compró esas pechugas de pollo en casa el lunes y luego se olvidó de ellas hasta el fin de semana, entonces es hora de tirarlas. ¿Qué pasa con el pollo que se congeló previamente? Según los expertos en seguridad alimentaria, si esas pechugas estaban previamente congeladas, la regla de uno a dos días sigue siendo válida, pero sólo empieza a aplicarse cuando la carne está completamente descongelada. (Información: la descongelación en el frigorífico tardará un mínimo de 12 horas).

el pollo huele cuando se abre

Si adquiere el pollo en una fuente conocida y de buena reputación, lo más probable es que su compra sea fresca. Sin embargo, el pollo sigue siendo uno de los alimentos que encabezan la lista de los que pueden provocar una intoxicación alimentaria. Con una vida tan ajetreada, a menudo es fácil guardar las chuletas, las pechugas o los muslos de pollo en el frigorífico o el pollo precortado para una fecha posterior, casi olvidándose de que están ahí. Ya sea crudo o cocinado, cuando llega el momento de cocinar o comer el pollo, ¿todavía está fresco? ¿Cuánto tiempo en el frigorífico es demasiado para que esté crudo o cocinado? Y, ¿cómo saber si se ha estropeado?

Con la ayuda de los consejos de los expertos y la información del Servicio de Inspección de Seguridad Alimentaria del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), los dietistas y los carniceros, aquí hay varios consejos que le ayudarán a identificar los signos de que el pollo se ha estropeado.

Comprobar la fecha de un paquete de pollo, ya sea crudo, cocido o precortado, es el primer paso para ver si el pollo sigue siendo seguro para el consumo. Si la fecha impresa ha pasado, la calidad de la carne no es tan buena, aunque todavía se puede utilizar. Pero sólo si el pollo crudo se cocina dentro de los 1-2 días posteriores a la fecha del envase.

Por Sofía Salome

Hola mundo, soy Sofía Salomé copywriter de Damboats.es