Gata sana en celo

Las gatas que no han sido esterilizadas acabarán alcanzando un periodo fértil en su vida, que se prolonga hasta bien entrada la vejez. Los cambios hormonales que preparan a las gatas para la reproducción -un proceso llamado celo o estro- comienzan alrededor de los seis a diez meses de edad.  Dado que las gatas son reproductoras eficientes, su celo, o ciclo de calor, puede producirse cada 14 o 21 días, momento en el que puede aparearse con éxito con uno o más pretendientes sanos.  Dado que no es fácil medir los niveles hormonales de una gata en casa, los cambios en su comportamiento pueden ser una señal indicativa de que, efectivamente, está en celo.

Su gata puede volverse inusualmente cariñosa.  Es posible que se acerque y frote sus cuartos traseros contra los muebles, los juguetes de peluche, otros gatos e incluso contra usted. Puede distinguir este comportamiento de la mera inquietud (una señal de que puede estar sufriendo y necesita ir al veterinario) por la forma en que levanta la cola o incluso adopta ocasionalmente la posición de apareamiento.

Puede pasar demasiado tiempo lamiéndose la zona genital, aunque no haya sangre. De hecho, en contra de la creencia popular, una gata en celo no debería sangrar. A diferencia de los humanos, las gatas no desprenden el revestimiento de su útero durante su ciclo. Sin embargo, el lamido genital también puede ser un síntoma de un trastorno del tracto urinario, que puede ser grave si no se trata a tiempo.  Si su gata sólo muestra este comportamiento sin ninguno de los otros signos de celo, debe acudir al veterinario.

Gato macho en celo

Las perras no esterilizadas entrarán en “celo” o estro normalmente dos veces al año. La edad a la que comienzan sus ciclos y la duración de los mismos varía mucho entre las razas de perros y los perros individuales. Hay cuatro etapas en el ciclo de celo canino: puede haber hasta 123 días de ciclo de celo TOTAL, lo que equivale a unas 17,5 semanas. Algunas “reglas generales” para el celo canino:Para las perras que serán mascotas, se recomienda esterilizarlas antes del primer celo, eliminando el riesgo de embarazos accidentales y enfermedades reproductivas más adelante. Las perras pueden ser esterilizadas mientras están en celo (o preñadas), pero existe un riesgo adicional debido a la congestión de los vasos y el tejido del tracto reproductivo: una mayor probabilidad de sangrado durante la cirugía u otras complicaciones. El coste de la cirugía durante el celo o la preñez también suele ser mayor.

Etapas del celo de los gatos

Como animales cuyos ancestros proceden del desierto, pueden soportar bastante bien las condiciones del verano. No obstante, nunca hay que dejar a un gato solo en una habitación con exceso de calor, y menos aún en un coche cerrado: ¡los gatos también pueden sufrir un golpe de calor!

En el caso de los gatos de pelo largo, es especialmente importante fomentar el cambio de pelaje mediante un cepillado regular. Esto se debe a que el gato puede tragarse demasiados pelos al lamerse, y éstos pueden alojarse en el tracto digestivo en forma de bolas de pelo. En este caso, es una ayuda si se asegura de que su gato tenga acceso a la hierba para gatos (puede encontrarla en centros de jardinería, a veces como planta de interior en maceta) – esto ayuda a la digestión del gato. A veces, en los días de mucho calor, los gatos se lamen el pelaje con especial intensidad, y lo hidratan de este modo. La evaporación resultante les ayuda a refrescarse. A veces pueden jadear un poco, con la boca abierta; esto tiene el mismo efecto.

Cuando hace calor, los gatos duermen más que nunca. Al igual que los seres humanos, prefieren los lugares tranquilos y sombreados para dormir la siesta, por ejemplo, sobre las frescas baldosas de piedra. Es muy importante asegurarse de que disponen de suficientes fuentes de agua. La leche no es adecuada, ya que se consume rápidamente, y no les sienta bien a todos los gatos. Cuando hace calor, los gatos necesitan más agua que en otras ocasiones, y no dudan en servirse de las regaderas, los platillos para plantas o los baños para pájaros. En el interior, hay que tener cuidado de proporcionar suficientes instalaciones sanitarias, que deben estar limpias y ser fácilmente accesibles.

Sonido de gato en celo

La temperatura corporal normal de su gato suele ser de entre 100,5 y 102,5°F.1 Esto significa que su gato puede tolerar temperaturas más altas que usted, ya que la temperatura corporal media de una persona es de unos 98,6°F. Aunque su gato puede tolerar temperaturas más altas, debe ser muy prudente en cuanto a la temperatura del entorno de su gato.

Si su gato de interior sale al exterior, debe vigilar el calor que hace fuera. Algunos días serán demasiado calurosos para su gato, por mucho que le guste el calor. Si le gusta estar al aire libre, llévelo a dar paseos cortos con un arnés durante las primeras horas de la mañana o de la noche, cuando hace más frío.

Debido a su elevada temperatura corporal, los gatos pueden estar teóricamente bien en un clima caluroso, en torno a los 100 °F en el exterior.2 Su tolerancia puede variar mucho en función de la humedad, la salud de su gato, la edad e incluso el tipo de pelaje. Lo mejor es pecar de precavido y evitar las horas más calurosas del día.

Si tiene gatos callejeros que no pueden entrar en casa, proporcióneles espacios con sombra, camas elevadas y acceso a un espacio cubierto y ventilado, como un patio con aire acondicionado, si puede. Deja también un cuenco refrigerante para ellos, que puede mantener el agua fresca durante al menos 15 horas.

Por Sofía Salome

Hola mundo, soy Sofía Salomé copywriter de Damboats.es