¿qué alimentos son buenos para los pacientes de cáncer sin apetito?

La pérdida de apetito es un efecto secundario común y a veces grave tanto del cáncer como del tratamiento del mismo. Tanto si nunca tiene hambre, como si se siente lleno después de comer muy poco, o si consume menos en general, es un síntoma que no debe ignorar. Es importante que mantenga su consumo de calorías. Es importante que hagas lo que puedas para asegurarte de que tu cuerpo recibe los nutrientes que necesita para luchar y recuperarse.

La pérdida de apetito puede parecer un inconveniente menor, pero tiene serias implicaciones. La desnutrición debida a la pérdida de apetito es la causa del 20% de las muertes por cáncer, según un artículo publicado en el Journal of Cachexia, Sarcopenia and Muscle.

La pérdida significativa de peso por una descomposición extrema de la masa muscular magra se denomina caquexia, y es el resultado de una marcada disminución del apetito y una ingesta insuficiente de nutrientes. Cuando esto ocurre, los niveles de proteínas, vitaminas y minerales caen en picado y el cuerpo se debilita. La afección puede convertirse rápidamente en una amenaza para la vida. Las complicaciones de la caquexia incluyen la disminución de la calidad de vida, la reducción de la inmunidad, el aumento de los síntomas del cáncer subyacente y la reducción de la esperanza de vida.

Pérdida de apetito tras la radioterapia

Las personas con cáncer pueden tener diferentes necesidades alimentarias. Algunas personas se sienten bien y pueden comer normalmente. Para otras, la pérdida de peso o la falta de apetito fueron los síntomas que condujeron a su diagnóstico. Si tenía problemas de alimentación antes de ser diagnosticado, puede necesitar apoyo para mejorar su dieta. Hable con su médico o dietista antes de empezar el tratamiento.

Los dietistas cualificados son expertos en evaluar las necesidades alimentarias de las personas. Pueden examinar su dieta y cualquier requisito dietético especial que tenga. Pueden aconsejarle sobre qué alimentos son los mejores para usted, y si algún suplemento alimenticio le sería útil.

Si tiene problemas con su dieta, puede pedir al médico del hospital que le remita a un dietista. En algunos hospitales, puede remitirse usted mismo. Póngase en contacto con el departamento de dietética del hospital para obtener más información. Si no está en el hospital, su médico de cabecera o su enfermera de distrito pueden remitirle a un dietista comunitario.

Algunos tratamientos contra el cáncer pueden causar problemas de alimentación. Algunos problemas son temporales y mejoran cuando termina el tratamiento. Otros pueden durar más tiempo. Su médico, enfermera especializada o dietista le aconsejarán sobre lo que puede ayudar.

Fatiga por el cáncer y pérdida de apetito

La pérdida continuada de apetito puede dar lugar a complicaciones graves. Entre ellas se encuentran la pérdida de peso, la no obtención de los nutrientes que el cuerpo necesita, y la fatiga y debilidad por la pérdida de músculo, lo que se denomina caquexia (véase más adelante). Estos problemas pueden ralentizar la recuperación y provocar interrupciones en el tratamiento.

Reúnase con un dietista titulado para que le asesore sobre la planificación de las comidas y el control de los síntomas. Un dietista también puede decidir si usted podría beneficiarse de suplementos nutricionales o enzimas digestivas. Pregunte a su equipo médico si hay un dietista disponible en su centro de tratamiento.

Para tratar la pérdida de apetito en personas con caquexia, la ASCO sugiere que puede ser útil que los pacientes y sus cuidadores hablen con un dietista titulado. Un dietista titulado ofrece una evaluación nutricional y asesoramiento sobre la alimentación. Esto incluye la educación sobre qué alimentos ricos en proteínas y calorías y ricos en nutrientes se deben dar a una persona con caquexia cuando decida comer. Un dietista titulado también puede ofrecer asesoramiento sobre una alimentación segura y práctica.

Qué significa que un paciente con cáncer deje de comer y beber

Es habitual que los hábitos alimentarios cambien durante el tratamiento del cáncer. Pero para algunas personas, la pérdida de apetito es tan extrema que comer cualquier cosa puede parecer abrumador. “Muchos de nuestros pacientes experimentan síntomas que afectan a la nutrición. Pueden ser náuseas, vómitos, llagas en la boca o diarrea. Además, el sabor y el olor de los alimentos pueden cambiar y volverse realmente difíciles de manejar”, explica Alicia Gould, dietista clínica y nutricionista del Memorial Sloan Kettering.

Sin embargo, advierten del uso de suplementos o dietas que no estén recomendados por el equipo de atención del paciente. Algunos suplementos pueden interferir con el tratamiento, al interactuar mal con la quimioterapia y la radioterapia. “Les decimos a los pacientes que hablen con su equipo de atención y sigan sus recomendaciones antes de probar cualquier suplemento o dieta”, dice la Sra. Gould. “Simplemente no hay ninguna investigación que respalde muchos de los suplementos y dietas que hay en Internet. Las sugerencias que hacemos han demostrado que ayudan a mantener la masa muscular magra durante el tratamiento, que es lo que necesitan los pacientes.”

Por Sofía Salome

Hola mundo, soy Sofía Salomé copywriter de Damboats.es