El estrés es un arma de defensa que tiene nuestro organismo para hacer frente a determinadas situaciones. Aunque un exceso puede producir efectos negativos, es importante aprender a tenerlo bajo control.

Cuando nuestro organismo se expone a situaciones que identifica como amenazantes o desafiantes, libera hormonas como el cortisol o la adrenalina. Esto permite aumentar la energía y mantenerse alerta, un proceso conocido como estrés.

No obstante, cuando el estrés es excesivo o se convierte en un problema crónico, puede tener efectos negativos en nuestro cerebro. Efectos que se pueden extender también al resto del cuerpo.

¿Cuáles son algunos de estos efectos, y cómo se pueden combatir? En Capital Psicólogos lo explican de un modo sencillo.

¿Cómo afecta el estrés al cerebro?

Cuando el estrés es muy intenso, la estructura cerebral puede verse alterada y afectar a su funcionamiento de diversas maneras. Una de ellas es reducir algunas de las áreas de este órgano, como el hipocampo, cuya importancia para el aprendizaje y la memoria es muy grande.

Otro de los efectos del estrés es el aumento de producción de proteínas antiinflamatorias. Esto puede causar daños importantes en las células cerebrales, aumentando el riesgo de padecer enfermedades como el Alzheimer.

El estrés crónico también se relaciona con el aumento de determinados problemas de salud como la ansiedad o la depresión y un sistema inmunitario debilitado. Este último efecto hace que el organismo sea más propenso a padecer enfermedades físicas, como el virus del resfriado y la gripe o alguna infección.

Por tanto, es fundamental saber controlar el estrés y mantenerlo en unos niveles aceptables. De lo contrario, sus efectos resultan muy perjudiciales a nivel mental y físico.

Consejos para combatir el estrés

Existen algunos pasos básicos que ayudan a aliviar el nivel de estrés y reducir sus efectos. Uno de ellos es aprender a manejar las emociones y reacciones cuando nos enfrentamos a alguna situación tensa.

En este sentido, se puede recurrir a alguna actividad que contribuya a relajar el cuerpo y dejar de centrarse en el problema. Salir a correr o hacer algo de ejercicio es un recurso bastante eficaz, porque además de soltar adrenalina ayuda a no pensar demasiado en lo que causa estrés. El cuerpo se relaja y la mente se libera de sensaciones negativas.

Otro consejo para combatir el estrés excesivo es dormir las horas suficientes. El descanso es muy importante para que el cerebro repare en la medida de lo posible los daños que produce el estrés. Por eso es esencial tener unas pautas adecuadas de sueño, y procurar que el descanso sea adecuado.

La dieta es otro factor clave a la hora de controlar el estrés. Se debe equilibrar la ingesta de nutrientes para que el cuerpo tenga lo suficiente y pueda cubrir todas sus necesidades, evitando el consumo excesivo de excitantes como el café, sobre todo varias horas antes de ir a dormir.

Por último, contar con una red de apoyo social, que permita compartir las preocupaciones y ofrezca ayuda emocional, es otra herramienta que ayuda a aliviar el estrés y mantenerlo bajo control.

Por Sofía Salome

Hola mundo, soy Sofía Salomé copywriter de Damboats.es