Comidas buenas para el higado

Hígado azucarado

Dependiendo de la etapa en la que se encuentre su alcoholismo, puede haber causado un grave daño a su hígado. Habrás oído la expresión «lo hecho, hecho está». Este no es siempre el caso de su hígado. Dado que éste es uno de los únicos órganos regenerativos por naturaleza, es realmente posible restaurarlo físicamente al estado en que se encontraba antes de que comenzara el problema de la bebida.

El hígado es el único órgano regenerativo de su cuerpo. Probablemente conozcas el hecho de que algunos lagartos pueden volver a hacer crecer su propia cola. El hígado funciona de forma muy parecida. Puede reconstruirse a sí mismo. Si se le extirpa el 75% del hígado, puede volver a crecer hasta alcanzar su tamaño completo.

Parte de la razón de esta capacidad única proviene de lo que el hígado realmente hace en el cuerpo. Dado que actúa como órgano principal de filtración, entra en contacto con muchas toxinas y sustancias químicas diferentes. Y algunas de estas toxinas pueden causar graves daños cuando entran en contacto con las células.

Como resultado, la mera naturaleza del trabajo del hígado – manejar estas toxinas peligrosas – significa que necesita ser capaz de regenerarse por sí mismo. De lo contrario, seríamos víctimas de una serie de enfermedades con mucha más frecuencia.

Tratamiento del hígado graso

En un organismo sano, el hígado elimina las toxinas y produce bilis, una proteína que descompone la grasa en ácidos grasos para que puedan ser digeridos. La enfermedad del hígado graso daña el hígado e impide que funcione tan bien como debería, pero los cambios en el estilo de vida pueden evitar que empeore.

La cantidad de peso que debe perder para tratar la NAFLD dependerá de la cantidad de exceso de grasa corporal que tenga. Su equipo médico puede ayudarle a decidir un objetivo de pérdida de peso adecuado en función de su estado de salud general. Una dieta rica en nutrientes, basada en alimentos integrales y rica en fibra, proteínas y grasas insaturadas

descubrió que el consumo de espinacas reducía específicamente el riesgo de NAFLD, posiblemente debido a los nitratos y a los distintos polifenoles que se encuentran en esta hoja verde. Curiosamente, el estudio se centró en las espinacas crudas, ya que las cocidas no obtuvieron los mismos resultados. Esto podría deberse a que la cocción de las espinacas (y de otras verduras de hoja verde) puede reducir el contenido polifenólico y la actividad antioxidante.

de la dieta y las enfermedades hepáticas señala que las legumbres, como las lentejas, los garbanzos, la soja y los guisantes, no sólo son alimentos densos desde el punto de vista nutricional, sino que también contienen almidones resistentes que ayudan a mejorar la salud intestinal. El consumo de legumbres puede incluso ayudar a reducir la glucosa y los triglicéridos en sangre en individuos que viven con obesidad. Además, un estudio de 2019 descubrió que las dietas ricas en legumbres ayudaban específicamente a reducir la probabilidad de padecer NFALD.

Hígado graso no alcohólico

El hígado hace un trabajo fantástico para eliminar las toxinas del cuerpo, por lo que no es necesario realizar «limpiezas» restrictivas de zumos o «dietas de desintoxicación». Pero hay algunas cosas que podría comer más -y otras que debería reducir- para ayudar a su hígado a trabajar lo mejor posible. Escuche lo que dice un dietista sobre el tema.

El hígado es un órgano importante que ayuda a eliminar los desechos o «toxinas» del cuerpo y hace un trabajo fantástico. Y no se necesitan «limpiezas» restrictivas o «dietas de desintoxicación» para que el hígado haga bien su trabajo. Toda la sangre que sale del estómago y los intestinos pasa por el hígado. El hígado procesa la sangre y mantiene los nutrientes saludables, mientras excreta los desechos. Además, se sabe que el hígado tiene otras 500 funciones importantes, entre ellas:

Según la Fundación del Hígado Graso, unos 100 millones de estadounidenses padecen una enfermedad conocida como hígado graso, que es cuando la grasa se acumula en el hígado y provoca inflamación y, en general, dificulta el funcionamiento óptimo del hígado. La enfermedad del hígado graso puede estar causada por el alcohol o la dieta. En 5 millones de personas, el hígado graso puede evolucionar hacia una enfermedad conocida como cirrosis hepática y acabar potencialmente en una insuficiencia hepática.

Dieta para la cirrosis hepática

Por otra parte, se ha demostrado que los antioxidantes de los pomelos (naringina y naringenina) protegen el hígado. La naringenina también ha demostrado reducir la cantidad de grasa en el hígado en algunos estudios con animales.

La cúrcuma es un suplemento muy popular en las tiendas de salud, y por una buena razón. Tiene propiedades antiinflamatorias y puede ayudar a mejorar algunas etapas de la enfermedad hepática. Esta especia también reduce las enzimas hepáticas elevadas.11

En algunos estudios con animales, se ha demostrado que la remolacha limita las enzimas hepáticas y reduce la inflamación. Es necesario realizar más investigaciones para replicar estos estudios en humanos, pero la remolacha es definitivamente un superalimento.5, 8 También beneficia la salud del corazón.

Las verduras crucíferas son especialmente beneficiosas para la salud del hígado. Entre ellas se encuentran verduras como el brócoli, la coliflor, las coles de Bruselas y las espinacas, entre otras. Ayudan a desintoxicar el hígado y a equilibrar las enzimas.20, 23

Las grasas no saludables (como las saturadas y las trans) no son buenas para el hígado, pero el pescado graso sí. El salmón y las sardinas silvestres son algunas de las mejores fuentes de ácidos grasos omega-3. Comer de dos a tres raciones a la semana puede ayudar a prevenir las deficiencias.

Por Sofía Salome

Hola mundo, soy Sofía Salomé copywriter de Damboats.es