Citas de extrañar a mis colegas

Equilibrio, un término que se asocia a casi todo lo que hacemos a sabiendas o sin saberlo. La cultura laboral actual gira en gran medida en torno al concepto de equilibrio. Aquí, el equilibrio del que hablaré es el que existe entre el trabajo y la vida. Los tiempos son agitados, los seres humanos están más comprometidos, y lograr un equilibrio perfecto entre la vida laboral y la personal parece un sueño muy lejano.

El horario de trabajo ahora no se limita a las horas habituales de oficina. Antes, cuando la mayor parte del trabajo era manual, conseguir algo de tiempo libre fuera del trabajo no era tan difícil. Los profesionales podían relajarse y ocuparse de otras prioridades. Pero con la amalgama de la revolución tecnológica e informática, todo el escenario cambió. El acceso a los recursos ya no es una preocupación, y los correos electrónicos del trabajo pueden llamar a la puerta en cualquier momento.

Y por ello, los empleados pasan ahora más horas en el trabajo que antes. Lo que está dificultando la calidad de la vida laboral. Esto es algo que cualquier líder de RRHH o empleador no debería ignorar a largo plazo.

Hablando de su impacto, el equilibrio entre la vida laboral y personal es imprescindible para los empleados, pero también afecta a la organización. Los empleados que pueden dar la misma importancia a su bienestar son sin duda más felices y están más satisfechos. Y esto se refleja en su rendimiento y comportamiento en el trabajo.

Echo de menos mi bar

Cuando se trata de cultivar el talento, muchas empresas se dan cuenta de que son sus empleados más jóvenes los que se enfrentan a retos particulares. Sabemos que las personas mayores son las que más riesgo corren de padecer la enfermedad en sí, pero los jóvenes son los que sufren algunos de los peores daños colaterales, especialmente en lo que se refiere al empleo.

Sin embargo, no es la pérdida de puestos de trabajo lo que causa malestar: hasta ahora, la mordedura ha tenido proporcionalmente más impacto entre los empleos de cuello azul que entre los de cuello blanco. Los que conservan su empleo pueden verse perjudicados por la nueva normalidad: El trabajo desde casa (WFH).

Recientemente, Sir Howard Davies, presidente del banco británico NatWest (RBS), en una entrevista publicada en el London Times, se refirió al trabajo a distancia: “Lo que me preocupa es el contacto humano no estructurado. Vamos a seguir adelante con nuestras nuevas contrataciones de graduados este otoño, pero será una prueba para ambas partes: ¿cómo van a conocernos a nosotros y a ellos si apenas vienen a la oficina? Lo que me preocupa del trabajo a distancia es la dificultad que supone para el capital social. Los jóvenes prometedores no se harán notar. Los ascensos se perderán”. Sir Howard admitió que él mismo estaba un poco desconcertado por haber pasado décadas levantándose inmediatamente para ponerse un traje y una corbata. Ahora la mayoría de los días no tiene otro lugar al que ir que a su estudio.

Echo de menos a mis amigos del trabajo

No hay duda de que trabajar desde casa tiene sus ventajas. Un sinfín de tostadas, la libertad de llevar pantalones de pijama y tiempo adicional para pasar con la familia o en aficiones han tenido un impacto positivo en el día a día de muchas personas (si no en sus cinturas).

Cuando se trabaja desde casa es fácil caer en un estado de limbo en el que se está permanentemente a medio trabajar. Revisar los correos electrónicos en bata antes de desayunar se convierte en cenar con el portátil abierto a tu lado, lo que da paso a revisar unos cuantos documentos mientras Netflix proyecta automáticamente The American Office de fondo. Y de repente llega la hora de dormir. No podemos desconectar bien porque nuestro cerebro está siempre en ese modo de trabajo medio consciente.

Este estado liminar se ve agravado por el hecho de que los que no tienen una oficina en casa pueden hacer todo tipo de trabajo en un solo lugar, ¿Profundidad administrativa? En la mesa de la cocina. ¿Un bollo de media mañana y una taza de té? En la mesa de la cocina. ¿Llamada de ventas? Mesa de la cocina. ¿Taller creativo? Mesa de la cocina.

Y eso suponiendo que tengas una mesa de cocina decente, y no lo que la BBC ha denominado “escritorio blando” (un bonito término para trabajar apoyado en la cama), algo que seguramente provocará tanto problemas posturales como siestas accidentales.

Echo de menos estar en el trabajo

Conciliación de la vida laboral y familiar: Consejos para recuperar el controlSi estás luchando por lograr el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, no estás solo. Comprenda cómo administrar mejor su tiempo, separarse del trabajo y cuidarse a sí mismo.Por el personal de Mayo Clinic

Esto puede ser especialmente cierto si trabajas muchas horas. La tecnología que permite una conexión constante puede permitir que el trabajo se extienda a tu tiempo en casa. Trabajar desde casa también puede difuminar los límites profesionales y personales.

Mientras trabajes, compaginar las exigencias de la carrera y la vida personal será probablemente un reto continuo. Pero si estableces límites y te cuidas, puedes conseguir el equilibrio entre vida laboral y personal que más te convenga.

Si sientes que tu vida es demasiado caótica y te preocupas por ella, habla con un profesional de la salud mental. Si tienes acceso a un programa de asistencia al empleado, aprovecha los servicios disponibles.

La creación de un equilibrio entre el trabajo y la vida privada es un proceso continuo a medida que cambian tu familia, tus intereses y tu vida laboral. Examina periódicamente tus prioridades -y haz cambios, si es necesario- para asegurarte de que te mantienes en el buen camino.

Por Sofía Salome

Hola mundo, soy Sofía Salomé copywriter de Damboats.es