Recetas de dietas para el hígado

La enfermedad del hígado graso se caracteriza por la presencia de cantidades anormales de grasa en el hígado, lo que se denomina esteatosis. Si tiene grasa en el hígado pero no hay ningún otro daño, se cree que tiene una enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD).  Si no se trata, puede producirse una inflamación y un daño en las células del hígado, causando una enfermedad denominada esteatohepatitis no alcohólica (EHNA). La EHNA se asocia a la cirrosis, la enfermedad hepática terminal y el trasplante de hígado, y suele estar relacionada con enfermedades cardiovasculares.

Los cambios dietéticos que inducen la pérdida de peso y la incorporación de alimentos ricos en nutrientes y antioxidantes, como las frutas y las verduras, pueden revertir o prevenir la progresión de la enfermedad. También es importante limitar los carbohidratos refinados, los azúcares simples, los alimentos fritos, los alimentos procesados y los alimentos ricos en grasas saturadas.

La pérdida de peso, especialmente en el tejido abdominal o adiposo, puede ayudar a reducir la grasa en el hígado. Dado que la enfermedad del hígado graso suele estar asociada a la obesidad, la resistencia a la insulina, el síndrome metabólico y un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, la pérdida de peso es uno de los objetivos principales, y la dieta puede ayudar a conseguirlo.

Directrices de nutrición de Nafld

La enfermedad del hígado graso (esteatosis) es la acumulación de un exceso de grasa en las células del hígado, y es una dolencia hepática común en los países occidentales. Afecta a una de cada 10 personas. Es normal que el hígado contenga algo de grasa, pero si la grasa representa más del 10 por ciento del peso del hígado, usted tiene hígado graso y puede desarrollar complicaciones más graves.

El hígado graso puede no causar daños, pero a veces el exceso de grasa provoca una inflamación del hígado. Esta afección, denominada esteatohepatitis, sí provoca daños en el hígado. A veces, la inflamación del hígado graso está relacionada con el abuso del alcohol. Esto se conoce como esteatohepatitis alcohólica. En otros casos, la afección se denomina esteatohepatitis no alcohólica o EHNA.

Un hígado inflamado puede cicatrizar y endurecerse con el tiempo. Esta afección, denominada cirrosis, es grave y suele provocar insuficiencia hepática. La EHNA es una de las tres principales causas de cirrosis. Causas de la enfermedad del hígado graso Comer un exceso de calorías hace que la grasa se acumule en el hígado. Cuando el hígado no procesa y descompone las grasas como debería normalmente, se acumula demasiada grasa. Las personas tienden a desarrollar hígado graso si tienen otras condiciones, como obesidad, diabetes o triglicéridos altos.

Los alimentos más saludables

El buen funcionamiento del hígado es fundamental para la salud. El hígado realiza más de 500 tareas diferentes para que el cuerpo funcione. Esto incluye funciones esenciales de metabolismo y digestión de nutrientes y eliminación de toxinas. Pero las enfermedades agudas o crónicas del hígado son comunes, y pueden ser heredadas o adquiridas. La enfermedad del hígado graso no alcohólico (HGNA) es la enfermedad hepática crónica más común entre la población de los países desarrollados. De hecho, casi 1 de cada 3 adultos y 1 de cada 10 niños en Estados Unidos la padecen.

La enfermedad del hígado graso consiste en la acumulación de depósitos de grasa en las células del hígado. Esto hace que, con el tiempo, sea más difícil que el hígado funcione correctamente. La acumulación de grasa conduce a la inflamación e hinchazón del hígado. Si no hay cambios, esto puede conducir a la cicatrización del tejido hepático, llamada cirrosis. Y la cirrosis puede provocar insuficiencia hepática o cáncer de hígado.

Hay dos tipos de enfermedades del hígado graso. En primer lugar, la enfermedad hepática alcohólica es el resultado del consumo excesivo de alcohol. En segundo lugar, la enfermedad del hígado graso no alcohólico se da en personas que no son grandes bebedores y se desconoce la causa exacta. Pero casi todas las personas que adquieren la NAFLD tienen uno o más de los siguientes factores de riesgo:

Dieta mediterránea

La enfermedad del hígado graso, como su nombre indica, es una condición médica causada por la acumulación de grasa en el hígado. Existen dos tipos principales: la inducida por el alcohol (causada por el consumo excesivo de alcohol) y la no alcohólica (se produce incluso si nunca se ha bebido). Alrededor del 5% de la población de Estados Unidos padece hígado graso alcohólico. Y aproximadamente 100 millones de personas en EE.UU. tienen la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD); es la enfermedad hepática más común en los niños. La forma más grave se denomina esteatohepatitis del hígado graso no alcohólico (EHGNA), que puede evolucionar hacia enfermedades más graves como la cirrosis y el cáncer de hígado. Independientemente del tipo que se tenga, el mejor tratamiento es un cambio en el estilo de vida -que incluya perder peso, evitar el alcohol y seguir una dieta para hígado graso- para revertir la afección hepática.

Para combatir la enfermedad del hígado graso, es esencial realizar cambios estratégicos y duraderos en la dieta, en lugar de limitarse a evitar o integrar alimentos al azar aquí y allá. “La parte más importante de estos cambios es que deben ser sostenibles”, dice la doctora Aymin Delgado-Borrego, gastroenteróloga pediátrica y de adultos jóvenes y especialista en salud pública de Kidz Medical Services en Florida. En general, la mejor dieta para el hígado graso incluye:

Por Sofía Salome

Hola mundo, soy Sofía Salomé copywriter de Damboats.es