Tratamiento del hígado graso

El exceso de azúcar no sólo es malo para los dientes. También puede dañar el hígado. Este órgano utiliza un tipo de azúcar, llamado fructosa, para producir grasa. Un exceso de azúcar refinado y de jarabe de maíz con alto contenido en fructosa provoca una acumulación de grasa que puede provocar una enfermedad hepática. Algunos estudios demuestran que el azúcar puede ser tan perjudicial para el hígado como el alcohol, incluso si no se tiene sobrepeso. Es una razón más para limitar los alimentos con azúcares añadidos, como los refrescos, la bollería y los dulces.

Incluso si la etiqueta dice “natural”, puede que no sea bueno para ti. Por ejemplo, algunas personas toman una hierba llamada kava kava para los síntomas de la menopausia o para relajarse. Pero los estudios demuestran que puede impedir que el hígado funcione correctamente. Esto puede provocar hepatitis e insuficiencia hepática. Algunos países han prohibido o restringido esta hierba, pero sigue estando disponible en EE.UU. Siempre debes hablar con tu médico antes de tomar cualquier hierba para asegurarte de que es segura.

El exceso de grasa puede acumularse en las células del hígado y provocar la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD). Como consecuencia, el hígado puede hincharse. Con el tiempo, puede endurecerse y cicatrizar el tejido hepático (los médicos lo llaman cirrosis). Es más probable que padezca HGNA si tiene sobrepeso u obesidad, es de mediana edad o tiene diabetes. Es posible que pueda cambiar la situación. La dieta y el ejercicio pueden detener la enfermedad.

Alimentos buenos para el hígado

El hígado se encarga de gestionar todas las grasas, proteínas e hidratos de carbono que se ingieren. También controla la producción de otras numerosas grasas y proteínas importantes para las funciones corporales. Hay muchos alimentos y bebidas que una persona puede consumir para ayudar a proteger el hígado.

El café, según informa, parece reducir la acumulación de grasa en el hígado. También aumenta los antioxidantes protectores en el hígado. Los compuestos del café también ayudan a las enzimas hepáticas a eliminar las sustancias cancerígenas del organismo.

El consumo de avena es una forma fácil de añadir fibra a la dieta. La fibra es una herramienta importante para la digestión, y las fibras específicas de la avena pueden ser especialmente útiles para el hígado. La avena y los copos de avena tienen un alto contenido de compuestos llamados beta-glucanos.

informes, los beta-glucanos son muy activos biológicamente en el cuerpo. Ayudan a modular el sistema inmunitario y a combatir la inflamación, y pueden ser especialmente útiles en la lucha contra la diabetes y la obesidad.

La revisión también señala que los betaglucanos de la avena parecen ayudar a reducir la cantidad de grasa almacenada en el hígado en ratones, lo que también podría ayudar a proteger el hígado. Sin embargo, son necesarios más estudios clínicos para confirmar este beneficio en humanos.

Hígado graso no alcohólico

Por otra parte, se ha demostrado que los antioxidantes de los pomelos (naringina y naringenina) protegen el hígado. La naringenina también ha demostrado reducir la cantidad de grasa en el hígado en algunos estudios con animales.

La cúrcuma es un suplemento muy popular en las tiendas de salud, y por una buena razón. Tiene propiedades antiinflamatorias y puede ayudar a mejorar algunas etapas de la enfermedad hepática. Esta especia también reduce las enzimas hepáticas elevadas.11

En algunos estudios con animales, se ha demostrado que la remolacha limita las enzimas hepáticas y reduce la inflamación. Es necesario realizar más investigaciones para replicar estos estudios en humanos, pero la remolacha es definitivamente un superalimento.5, 8 También beneficia la salud del corazón.

Las verduras crucíferas son especialmente beneficiosas para la salud del hígado. Entre ellas se encuentran verduras como el brócoli, la coliflor, las coles de Bruselas y las espinacas, entre otras. Ayudan a desintoxicar el hígado y a equilibrar las enzimas.20, 23

Las grasas no saludables (como las saturadas y las trans) no son buenas para el hígado, pero el pescado graso sí. El salmón y las sardinas salvajes son algunas de las mejores fuentes de ácidos grasos omega-3. Comer de dos a tres raciones a la semana puede ayudar a prevenir las deficiencias.

Batido de desintoxicación del hígado

El hígado hace un trabajo fantástico para eliminar las toxinas del cuerpo, así que no es necesario hacer “limpiezas” restrictivas de zumos o “dietas de desintoxicación”. Pero hay algunas cosas que podría comer más -y otras que debería reducir- para ayudar a su hígado a trabajar lo mejor posible. Escuche lo que dice un dietista sobre el tema.

El hígado es un órgano importante que ayuda a eliminar los desechos o “toxinas” del cuerpo y hace un trabajo fantástico. Y no se necesitan “limpiezas” restrictivas o “dietas de desintoxicación” para que el hígado haga bien su trabajo. Toda la sangre que sale del estómago y los intestinos pasa por el hígado. El hígado procesa la sangre y mantiene los nutrientes saludables, mientras excreta los desechos. Además, se sabe que el hígado tiene otras 500 funciones importantes, entre ellas:

Según la Fundación del Hígado Graso, unos 100 millones de estadounidenses padecen una enfermedad conocida como hígado graso, que es cuando la grasa se acumula en el hígado y provoca inflamación y, en general, dificulta el funcionamiento óptimo del hígado. La enfermedad del hígado graso puede estar causada por el alcohol o la dieta. En 5 millones de personas, el hígado graso puede evolucionar hacia una enfermedad conocida como cirrosis hepática y acabar potencialmente en una insuficiencia hepática.

Por Sofía Salome

Hola mundo, soy Sofía Salomé copywriter de Damboats.es