tratamiento de la displasia de cadera en perros

Las políticas de cría selectiva para prevenir o controlar la displasia de cadera requieren estimaciones precisas de los parámetros en las relaciones descendientes/padres y estimaciones de la heredabilidad. La literatura reciente incluye algunos estudios importantes sobre razas caninas con pedigrí, utilizando datos derivados del plan de detección de la displasia de cadera establecido por la Asociación Veterinaria Británica. Estas publicaciones no han tenido en cuenta la edad de los animales en el momento del cribado. Este estudio analiza los datos de 29.213 perros labradores cuya edad se conocía en el momento del cribado. La puntuación media de la cadera de los perros estaba positiva y significativamente correlacionada con su edad. Si se ignora esta relación con la edad, es probable que se distorsionen varias relaciones descendientes/parentales y las estimaciones de heredabilidad.

prevención de la displasia de cadera del labrador

16 de abril de 2020 – La displasia de cadera es un problema de desarrollo común en los perros de razas grandes y gigantes, y según algunas estimaciones es la enfermedad hereditaria más común que se observa en los perros. La displasia de cadera suele provocar osteoartritis en las articulaciones de la cadera, una enfermedad incapacitante y dolorosa que puede afectar significativamente a la calidad de vida del perro. Además, la enfermedad puede ser una carga económica y emocional para los propietarios de perros.

La enfermedad tiene una distribución mundial y afecta por igual a perros machos y hembras. Cualquier perro de raza grande o gigante, incluidos los perros mestizos de gran tamaño, puede desarrollar la enfermedad. Aunque se ha registrado en perros de razas más pequeñas, es mucho menos frecuente.

La displasia de cadera se describió por primera vez en 1935 y ha sido objeto de una intensa investigación durante décadas. Se han realizado docenas de estudios que analizan desde la genética que subyace a la enfermedad hasta los tratamientos y las medidas preventivas. La cantidad de datos sobre este problema es alucinante. En este artículo, hablaremos de los aspectos básicos de la displasia de cadera y exploraremos la nueva información sobre esta enfermedad común pero compleja.

cachorro de labrador con displasia de cadera

Extrovertidos, leales, activos, cariñosos y ágiles, los Labradores Retriever son la raza de perro más popular de Estados Unidos. Su resistencia, amabilidad y capacidad de adiestramiento hacen que los labradores sean excelentes perros de compañía, de búsqueda y rescate y de asistencia. Como cualquier propietario de un labrador puede decirle, estos perros están llenos de energía. La mayoría son entusiastas del agua y aficionados a la búsqueda. Sin embargo, cuando los labradores activos no pueden hacer suficiente ejercicio debido a una lesión o una dolencia crónica, nadie en la casa está contento.

Como cuidador de perros, puede ser angustioso ver a su enérgico cachorro luchando por correr y jugar debido a problemas en las articulaciones. Debido a su gran tamaño, a la distribución del peso y a la predisposición genética a la enfermedad, los labradores, los pastores alemanes, los pitbulls, los gran daneses y los san bernardos son propensos a la displasia de cadera canina, una enfermedad crónica y hereditaria del esqueleto que puede afectar a perros de todas las edades.

La displasia de cadera es una malformación de la articulación de la cadera en la que la cabeza del hueso del fémur no encaja con precisión en la cavidad de la cadera. En lugar de encajar con normalidad y deslizarse con suavidad, las piezas de la articulación (la bola y la cavidad) se rozan dolorosamente. Como se produce una pérdida de cartílago con el paso del tiempo, esta afección puede provocar dolor crónico en la articulación de la cadera, cojera o enfermedad articular degenerativa a largo plazo (artrosis).

coste de la cirugía de displasia de cadera en el laboratorio

En los perros, la displasia de cadera es una formación anormal de la cavidad de la cadera que, en su forma más severa, puede llegar a causar cojera y artritis de las articulaciones. Es un rasgo genético (poligénico) que se ve afectado por factores ambientales. Es común en muchas razas de perros, sobre todo en las más grandes, y es la causa más común de artritis de las caderas[1].

Durante el crecimiento, tanto la bola (la cabeza del fémur, o hueso del muslo) como la cavidad de la pelvis (acetábulo) deben crecer a la misma velocidad. En la displasia de cadera, este crecimiento uniforme durante la etapa de cachorro no se produce. El resultado es la laxitud (flojedad) de la articulación, seguida de la enfermedad articular degenerativa (DJD) o la osteoartritis (OA), que es el intento del cuerpo de estabilizar la articulación floja de la cadera[2].

En la anatomía normal de la articulación de la cadera, el extremo casi esférico de la cabeza del fémur (el caput, o caput ossis femoris) encaja en el acetábulo (una cavidad cóncava situada en la pelvis). Las superficies óseas de la cabeza del fémur y del acetábulo están cubiertas por cartílago. Mientras que los huesos proporcionan la fuerza necesaria para soportar el peso del cuerpo, el cartílago asegura un ajuste suave y un amplio rango de movimiento. La función normal de la cadera puede verse afectada por condiciones congénitas como la displasia, los traumatismos y por enfermedades adquiridas como la artrosis y la artritis reumatoide.

Por Sofía Salome

Hola mundo, soy Sofía Salomé copywriter de Damboats.es