¿le duele a mi perro?

Notar el colapso de las patas traseras de su querido perro puede ser desgarrador para usted y angustioso para su cachorro. La Dra. Julie Buzby, veterinaria integrativa, comparte seis razones por las que las patas traseras de un perro mayor pueden colapsar a veces y lo que puede hacer al respecto.

Si alguna vez ha tenido la suerte de compartir su hogar con perros mayores, sabrá que junto con sus hocicos canosos, su afinidad por las siestas y su amor ilimitado pueden aparecer ciertos problemas de salud. Al igual que ocurre con las personas, los perros mayores pueden ralentizarse un poco y tener algunos problemas con sus articulaciones. Una de las condiciones más comunes que trato en mis pacientes de edad avanzada, especialmente en los perros de raza grande, es la debilidad de las patas traseras o incluso el colapso.

Hay varias razones por las que un perro puede tener dificultades para soportar su peso en la parte trasera. Algunas de ellas ocurren muy lentamente. Otras pueden producirse en cuestión de minutos u horas. A continuación, le presentamos seis condiciones que pueden ser las razones subyacentes para que las patas traseras de un perro querido se colapsen.

Aunque hay muchos problemas de salud que pueden afectar a la fuerza y la función de las patas traseras de los perros, el problema más común que veo, con diferencia, es la artritis. Normalmente, las articulaciones óseas sanas tienen capas de cartílago que ayudan a lubricar, amortiguar y proteger la articulación durante el movimiento. Por desgracia, el cartílago no es muy bueno para curarse y con el tiempo puede erosionarse. La rotura del cartílago y la inflamación asociada es lo que provoca la artrosis. Esta dolorosa enfermedad puede afectar al funcionamiento normal de las articulaciones.

Mielopatía degenerativa

Hay muchas razones diferentes por las que la debilidad de las patas traseras puede afectar a su perro. Estas razones pueden variar, desde una lesión aguda hasta algo más grave que debe ser tratado por un veterinario. Por ello, es esencial controlar a su perro para determinar de la mejor manera posible el curso de acción que debe tomar como padre de un perro. Una posible razón por la que su perro podría estar mostrando signos de debilidad en las patas traseras es debido a una condición hereditaria. En este caso, la debilidad de las patas traseras es un término que suele utilizarse para referirse a la mielopatía degenerativa (DM), una enfermedad de la médula espinal. En la DM, las vainas de mielina que rodean y protegen los nervios de la columna vertebral se degeneran para acabar exponiendo las fibras nerviosas. Esta degradación de la vaina de mielina interrumpe la comunicación del organismo entre la médula espinal y el cerebro, lo que provoca una debilidad progresiva que puede desembocar en una parálisis total.

Existen algunas teorías sobre la causa de la DM, como una respuesta inmunitaria, deficiencias vitamínicas o una lesión en la columna vertebral, pero muchos coinciden en que se trata de una enfermedad hereditaria que afecta a muchas razas grandes, y en concreto a los pastores alemanes.

Perro que cojea de la pata delantera sin dolor

Cuando un perro empieza a levantar una pata, es un síntoma de cojera, y suele deberse a alguna lesión de los tejidos blandos, un traumatismo o un problema ortopédico musculoesquelético de la extremidad en cuestión. Ocasionalmente, los problemas neurológicos de los discos del cuello o de la zona lumbar o de la cadera también pueden hacer que las mascotas levanten una pata. Ciertamente, las enfermedades transmitidas por garrapatas, como la enfermedad de Lyme, la ehrlichiosis o la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, también pueden causar cojera de una o más extremidades. Los problemas de ligamentos, como las roturas del ligamento cruzado de la pata trasera, así como los tumores, también pueden causar cojera.

En las razas pequeñas, la luxación de rótula es una de las causas más comunes de cojera aguda o crónica intermitente de cualquiera de las patas traseras. En las luxaciones de rótula, suele haber un defecto o un surco poco profundo en el hueso de la tibia justo debajo de la rodilla o la babilla.    Si este surco no está bien formado, el tendón del músculo cuádriceps (conocido como tendón rotuliano) tenderá a deslizarse dentro y fuera de este surco, causando diversos grados de cojera.

Señales de que su perro se está muriendo

Una prueba básica al voltear la pata trasera de Murphy mostró que se quedó así. Esto se llama “reflejo de colocación” y pone a prueba los nervios que van desde la pata hasta la médula espinal y el tronco cerebral. Cuando el perro no es consciente de que la pata está al revés, concluye el veterinario:

Lo siguiente en la lista era comprobar más reflejos nerviosos para confirmar que se trataba de un problema neurológico y determinar la ubicación. Para ello, hice que Murphy se tumbara de lado y comprobé una pata trasera cada vez de esta manera:

Aquí es donde un pequeño trozo de cartílago entra en el torrente sanguíneo y bloquea el suministro de sangre a la columna vertebral, causando hinchazón. Una vez más, resultaba un poco desconcertante que las dos patas traseras de Murphy estuvieran afectadas; normalmente, se trata de un problema unilateral, con una pata buena y otra mala.

Un coágulo de sangre puede dañar la médula espinal. Esto suele estar relacionado con un traumatismo (que no era el caso de Murphy) o con problemas de coagulación de la sangre. Pero Murphy tenía unas bonitas encías rosadas y no presentaba signos de hemorragia interna.

Las cosas no siempre van como los signos sugieren, y confirmar (o descartar) una corazonada es la mejor política cuando es factible. Sigue moviendo la cola, Murphy, y la próxima vez, ¿qué tal algo sencillo, como una garra enganchada?

Por Sofía Salome

Hola mundo, soy Sofía Salomé copywriter de Damboats.es