Regurgitación del gato

Si tienes gatos, seguramente habrás visto a alguno de ellos vomitar alguna vez. Es habitual que los gatos vomiten, pero nunca es normal que lo hagan. Dicho esto, tampoco es siempre algo que deba tratarse, ni es necesario llevar al gato al veterinario cada vez que vomita. En este recurso, obtendrá la primicia sobre cuándo llevar a un gato que vomita al veterinario, por qué los gatos vomitan y qué tratamientos están disponibles para ayudar a los felinos a sentirse mejor.

Los vómitos pueden dividirse en dos grandes categorías: vómitos crónicos y agudos. Los vómitos crónicos son aquellos que se producen con cierta regularidad (al menos mensualmente, pero pueden ser diarios) durante un largo periodo de tiempo. El gato suele vomitar sólo una o dos veces en cada ocasión. Cuando un gato que normalmente no vomita empieza a hacerlo, es del tipo agudo. Por lo general, esto es una preocupación para usted y su veterinario sólo si el gato vomita varias veces. El diagnóstico y el tratamiento de los vómitos agudos y crónicos pueden diferir, al igual que la urgencia de llevar al gato al veterinario.

Diarrea y vómitos del gato

Si tienes gatos, seguramente habrás visto a alguno de ellos vomitar alguna vez. Es habitual que los gatos vomiten, pero nunca es normal que lo hagan. Dicho esto, tampoco es siempre algo que deba tratarse, ni es necesario llevar al gato al veterinario cada vez que vomita. En este recurso, obtendrá la primicia sobre cuándo llevar a un gato que vomita al veterinario, por qué los gatos vomitan y qué tratamientos están disponibles para ayudar a los felinos a sentirse mejor.

Los vómitos pueden dividirse en dos grandes categorías: vómitos crónicos y agudos. Los vómitos crónicos son aquellos que se producen con cierta regularidad (al menos mensualmente, pero pueden ser diarios) durante un largo periodo de tiempo. El gato suele vomitar sólo una o dos veces en cada ocasión. Cuando un gato que normalmente no vomita empieza a hacerlo, es del tipo agudo. Por lo general, esto es una preocupación para usted y su veterinario sólo si el gato vomita varias veces. El diagnóstico y el tratamiento de los vómitos agudos y crónicos pueden diferir, al igual que la urgencia de llevar al gato al veterinario.

Vómitos de gatitos

Las bolas de pelo se reconocen como vómitos que contienen cantidades importantes de pelo, normalmente formados en forma de tubo o cilindro. Junto con la bola de pelo también se suelen vomitar alimentos y líquidos digestivos.

Probablemente también reconocerá los sonidos característicos de un gato que vomita una bola de pelo. Al principio puede sonar como una tos o un silbido, pero el término “toser una bola de pelo” es técnicamente incorrecto. Las bolas de pelo se vomitan desde el estómago en lugar de toserse, por lo que también se pueden oír arcadas o jadeos.

Los gatos de cualquier longitud de pelo que son propensos a las bolas de pelo pueden beneficiarse de una dieta especial (dietas de control de bolas de pelo o un alimento para gatos con el equilibrio adecuado de fibra) o de suplementos diseñados para ayudar a que el pelo se desplace por el tracto digestivo (Laxatone es una opción popular).

El estrés puede causar problemas digestivos, como disminución del apetito, vómitos o diarrea en los gatos. Dado que los gatitos son animales de costumbres, cualquier cambio significativo en el hogar o en su rutina puede provocar estrés.

Tabla de colores del vómito del gato

Los vómitos no son normales en los gatos, y cuando su gato vomita comida no digerida, puede ser un signo de una enfermedad grave.  El vómito en sí mismo es lo que se considera un síntoma inespecífico. Puede estar asociado a una serie de problemas de salud. Algunos de ellos pueden ser cosas como bolas de pelo, obstrucciones internas, pancreatitis, comer demasiado rápido, estreñimiento, indigestión, infecciones parasitarias, envenenamiento, estrés, depresión o incluso ansiedad. Pero, ¿cuál puede ser la causa de que su gato vomite comida no digerida específicamente?

Los vómitos no son siempre vómitos; a veces son realmente regurgitaciones, y conocer la diferencia puede ser una información útil para que su veterinario le ayude a diagnosticar la causa.  La regurgitación se confunde a menudo con el vómito, pero a diferencia del alimento vomitado, el alimento regurgitado no ha sido digerido todavía por los ácidos del estómago.

El vómito se produce cuando se expulsa el contenido del estómago, incluyendo la comida, el agua y/o la bilis. El vómito es un proceso activo que suele ir acompañado de náuseas, náuseas y contracción de los músculos abdominales (vómitos). El gato suele vocalizar, babear o empezar a tener arcadas antes de vomitar.

Por Sofía Salome

Hola mundo, soy Sofía Salomé copywriter de Damboats.es