receta de pesto jamie oliver

La albahaca es una hierba muy aromática y un poco da para mucho. Puede suavizar un poco el pesto sustituyendo la mitad de la albahaca por hojas frescas de espinaca. El pesto se mantendrá más fácilmente de color verde intenso y el sabor de la albahaca seguirá presente, aunque no con tanta intensidad.

Si quieres congelar el pesto, omite el queso (no se congela bien). Forre una bandeja de cubitos de hielo con papel de plástico y rellene cada cubito con la salsa de pesto. Congela y luego sácalo de la bandeja de hielo y guárdalo en una bolsa con cierre para congelar. Cuando quiera utilizarla, descongele y añada el parmesano o romano rallado.

Originario de Génova, Italia, el pesto debe su nombre a la palabra italiana “pestare”, que significa “aplastar o machacar”. Durante cientos de años, el pesto se elaboraba machacando los ingredientes en un mortero. Se remonta a la época romana, cuando los genoveses machacaban las nueces con hierbas y ajo.

Ahora, la variedad más popular de pesto se hace “machacando” albahaca, ajo, piñones, aceite de oliva y algo de queso duro en un procesador de alimentos o una batidora. Es divertido utilizar un mortero y una maja, pero la forma moderna es mucho más fácil.

recetas alternativas de pesto

Una de las cosas que más me gustan del verano es la abundancia de hierbas frescas que hay en la puerta de mi casa. Las hierbas frescas hacen que cualquier comida sea instantáneamente más sabrosa y hermosa. Lo que más me gusta hacer con todas esas hierbas frescas (aparte de espolvorearlas sobre todo) es hacer pesto. Es especialmente bueno para cocinar en verano. Me gusta ponerlo en las verduras asadas, la pasta, los espaguetis, las ensaladas, los huevos, el pan tostado, la pizza, los sándwiches… ya entiendes la idea. Con unos pocos y sencillos pasos, convierte cualquier cosa en una sabrosa comida instantánea, tanto si te apetece cocinar como si no.

El pesto tradicional es una mezcla de albahaca fresca, ajo, piñones, aceite de oliva virgen extra y queso parmesano. Con un procesador de alimentos, se prepara en pocos pasos:

¡Eso es todo! Es realmente sencillo de hacer, y es fácil de variar según la temporada o tu estado de ánimo. Se conserva unos días en un recipiente hermético en la nevera, aunque su superficie puede empezar a dorarse. Por ello, es mejor cubrir el pesto con una fina capa de plástico antes de cerrar el recipiente. Así se mantendrá fresco y verde.

receta de salsa pesto cremosa

Una de mis cosas favoritas del verano es la abundancia de hierbas frescas que hay justo en la puerta de mi casa. Las hierbas frescas hacen que cualquier comida sea instantáneamente más sabrosa y hermosa. Lo que más me gusta hacer con todas esas hierbas frescas (aparte de espolvorearlas sobre todo) es hacer pesto. Es especialmente bueno para cocinar en verano. Me gusta ponerlo en las verduras asadas, en la pasta, en los espaguetis, en las ensaladas, en los huevos, en el pan tostado, en la pizza, en los sándwiches… ya te haces una idea. Con unos pocos y sencillos pasos, convierte cualquier cosa en una sabrosa comida instantánea, tanto si te apetece cocinar como si no.

El pesto tradicional es una mezcla de albahaca fresca, ajo, piñones, aceite de oliva virgen extra y queso parmesano. Con un procesador de alimentos, se prepara en pocos pasos:

¡Eso es todo! Es realmente sencillo de hacer, y es fácil de variar según la temporada o tu estado de ánimo. Se conserva unos días en un recipiente hermético en la nevera, aunque su superficie puede empezar a dorarse. Por ello, es mejor cubrir el pesto con una fina capa de plástico antes de cerrar el recipiente. Así se mantendrá fresco y verde.

receta de salsa pesto sin nueces

Cuando la preparé por primera vez, pensé que el sabor de la menta me daría en la cara. Pero en realidad, combinada aquí con perejil, tiene un sutil frescor que la hace versátil. Los pequeños trozos de almendras picadas también le dan textura.

Otra cualidad atractiva de este pesto es su color verde brillante. Para mantenerlo brillante durante unos días, escaldar la menta y el perejil brevemente en agua hirviendo, y luego ponerlos en un baño de agua helada. El agua hirviendo mata las enzimas de oscurecimiento que rápidamente hacen que las hojas -y el pesto resultante- adquieran un color oliva apagado.

Una pequeña cantidad del sabor se pierde en el proceso, pero esto es también lo que hace que la menta sea suave en lugar de abrumadora. Además, comemos con los ojos, así que voto por el escaldado. También puedes utilizar este método para el pesto de albahaca o cualquier otra hierba verde que utilices en el pesto.

Mi primera opción para hacer este pesto es un procesador de alimentos. Es un trabajo fácil y lo hace todo rápidamente. Si no tienes un robot de cocina, no está todo perdido. Puedes hacer el pesto en una batidora, pero requiere un poco más de trabajo.

Por Sofía Salome

Hola mundo, soy Sofía Salomé copywriter de Damboats.es