Diabetes en gatos viejos

Diabetes en gatos viejos online

tratamiento de la diabetes en los gatos

La diabetes mellitus es una enfermedad causada por la falta de insulina o por una respuesta inadecuada del organismo a esta hormona. Después de que su gato haya comido, el sistema digestivo descompone la comida en varias partes. Una de ellas son los hidratos de carbono, que se convierten en azúcares simples como la glucosa. La glucosa se absorbe desde el intestino hasta la sangre, donde se transporta por todo el cuerpo. La insulina, producida por las «células beta» del páncreas, ayuda en el proceso de traslado de la glucosa a las células del cuerpo, donde se convierte en combustible. Si no se dispone de suficiente insulina, o el cuerpo no responde adecuadamente a la insulina, la glucosa no puede entrar en las células y puede acumularse hasta alcanzar altas concentraciones en el torrente sanguíneo. La situación resultante se denomina hiperglucemia. Como resultado, un animal puede comportarse como si estuviera constantemente hambriento (las células no están produciendo combustible), pero también puede parecer desnutrido, de nuevo porque las células son incapaces de absorber la glucosa.

Los daños en las células beta del páncreas pueden ser temporales o permanentes. El daño puede estar causado por un virus, una infección, un traumatismo, algunos medicamentos (esteroides) o incluso por un exceso de trabajo tras un consumo excesivo de azúcar o carbohidratos.

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Con el aumento de la obesidad en las mascotas, no es de extrañar que también aumenten los casos de diabetes en ellas. Según el informe anual State of Pet Health publicado por Banfield Pet Hospital, la prevalencia de la diabetes en gatos ha aumentado más del 18% entre 2006 y 2015. Aunque la obesidad es el mayor factor de riesgo para desarrollar diabetes felina, no es el único. Incluso si tu gato no es obeso, es importante ser capaz de reconocer los signos clínicos de la diabetes para que el tratamiento pueda comenzar lo antes posible. Siga leyendo para saber lo que necesita saber para reconocer y controlar la diabetes en su gatito.

Al igual que los humanos, los gatos pueden desarrollar una diabetes mellitus, también conocida como diabetes del azúcar, una enfermedad que se produce cuando el organismo no puede producir o utilizar la insulina de forma adecuada, según el Colegio de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell. La insulina, una hormona producida por el páncreas, controla el flujo de azúcar en sangre, llamado glucosa, hacia las células del cuerpo para proporcionarles energía. Sin niveles suficientes de insulina, la glucosa no llega a las células como debería, por lo que el cuerpo empieza a descomponer las células de grasa y proteínas para utilizarlas como energía, mientras que la glucosa no utilizada se acumula en cantidades excesivas en el torrente sanguíneo.

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El objetivo del manejo de la diabetes es mantener reguladas las concentraciones de glucosa, evitando los picos y las caídas. Un control adecuado puede reducir o eliminar los signos de la diabetes, como la sed y la micción excesivas.

Tras el diagnóstico, su veterinario utilizará el peso de su gato para determinar la dosis de insulina necesaria. Su veterinario también le recomendará un cambio en la dieta de su gato, ya que es una parte integral del éxito del tratamiento de la diabetes en los gatos.

Al inicio del tratamiento, es importante vigilar de cerca los signos clínicos de su gato (ingesta de agua y comida, actividad, frecuencia de micción, etc.), el nivel de glucosa en sangre y los niveles de glucosa en orina para asegurarse de que la dosis es correcta. Basándose en esta monitorización, su veterinario puede ajustar la dosis según sea necesario durante varias semanas o meses para ayudar mejor a su gato.

Algunos gatos con diabetes ya no necesitan insulina después de algunas semanas o meses de tratamiento, una condición conocida como remisión clínica. Esto no significa que la diabetes de su gato se haya curado, sólo que está estable. Hay que seguir teniendo cuidado con la dieta y el estilo de vida de su gato. Es posible que más adelante sea necesario un tratamiento con insulina, por lo que es importante continuar con las revisiones periódicas.

Por Sofía Salome

Hola mundo, soy Sofía Salomé copywriter de Damboats.es